La lengua materna de Engelke era el inglés, los motivos: me apasiona este idioma y, en ocasiones, al tomar apuntes es más entretenido que te lo diga un dibujo a ver líneas y líneas de palabras, subrayadas o no, esperando a ser devoradas. Como ando transcribiendo las notas que cogí en Londres (mezcla de querer conservarlos en formato digital y repasar para que no caigan en saco roto) me ha apetecido compartir algunos de los pequeños bocetos rápidos que hice. Sirve esto también para actualizar y decir que pese al silencio... Engelke sigue viva y volverá a dar guerra.
